A tu altura

Hace un tiempito publique sobre la “pre-adolescencia de mi nene de años. Hoy quiero hablar sobre las herramientas que me dieron sus terapeutas para ayudarme en esta compleja etapa. Veamos si por lo que nos enojamos con ellos, realmente vale la pena. Piensen en un semáforo, el verde: está todo bien, el amarillo: hay que llamar la atención pero sin reto, sin NO, y el rojo: lo cual amerita enojarse. Vivir enojandose es un tremendo gasto de energía y la paciencia, por consecuencia, se agota más fácil. Usar el NO cuando realmente lo amerite, porque si no, los NO van a perder fuerza, no se va a respetar el límite y no nos van a respetar nuestra autoridad. Hablarles cuando se marca el límite siempre con frases cortas y simples. Y los límites tienen que ser concretos. Ser siempre consecuente, si eso no se puede, no se puede y no a los minutos aflojar. Los límites, los retos, siempre tienen que ser con respeto. Mirarlo, que te mire y ponerte a su altura. Anticipar. Si sabemos que nuestro hijx puede reaccionar a determinada cosa de una manera, porque siempre lo hace. Anticipar le va a dar calma. Los niñxs se ponen muy ansiosos si no saben que va a suceder. Cuando venga el llanto, berrinche, crisis, capricho, lo que sea, dejar que el niñx se calme, y luego intervenir con la palabra. Si no se calma, o pone en riesgo su entidad física o la de otros, intervenir con el cuerpo en forma de abrazo fuerte y contenedor o upa. Seguro que me olvidé de algo, así que si tienen más tips no olviden comentar!! ¿Les sirvió?

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