Ese momento tan frustrante que es el almuerzo o la cena. A veces creo que si fuera por mi nene no comería... Le tengo que pedir reiteradas veces, como si le tuviera que hacer acordar que tiene el plato delante para comer. Tengo miedo que se adelgace, que este desnutrido... Esos miedos normales que tenemos la mayoría de las madres, sumados a que es casi imposible hacer que coma algo nuevo, salvo que sea comida chatarra.
Traté de disfrazarle vegetales de todas maneras posibles, pero fue inútil. Para colmo le tocó una mamá que odia cocinar. Hago un esfuerzo enorme, porque quiero que coma sano, pero es difícil no frustrarse.
Me traté de hacer la cocinera... pero no me salió... las hamburguesas caseras se me desarmaron todas y quedó una suerte de relleno de empanadas distribuidas en la sartén, entre otras cosas.Me compré el libro de Narda Lepes, Ñam Ñam... y después de recorrer receta por receta, sólo me di cuenta que podría hacer unos 3 platos como mucho. Ya que la mayoría tenía más vegetales que carne y sabía que iba a ser rechazado de ante mano.Cuando era bebé le procesaba todos los vegetales y hacía purés variados, y los comía (se los daba de comer en la boca). Pero llegó el momento de hacer el trabajo de que coma más sólidos y ahí se fueron perdiendo los vegetales por el camino. Me acuerdo lo que trabajamos con la TO. Cuando leo en grupos de crianza que a sus bebés los alimentan siguiendo el programa BLW, me hubiera encantado hacerlo de esa forma, pero luego recuerdo que mi hijo no pasó por el estadio de ponerse todo en la boca, y ahí entendí que de todas maneras, no hubiese sido el método para él.Hoy por hoy, me conformo con que coma, aunque no sea variado. Al menos que se alimente con la cantidad de comida necesaria para que esté sano...
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